Magdalena, hija de don Nuño Manso de Jarama, mantiene relaciones a escondidas con don Mendo. Don Nuño decide casarla con un rico privado del rey, Don Pero de Toro. Ella, que ve mejor partido en Don Pero que en Don Mendo, acepta. Cuando son descubiertos los amantes por Don Pero, Don Mendo, para salvar el honor de ella, se auto inculpa de un robo que no cometió. Por ello es encarcelado y condenado a muerte, por orden de don Nuño, y emparedado, por capricho de Magdalena. Magdalena y Don Pero se casan. Don Mendo descubre, entonces, la traición de Magdalena. Cuando todo parece perdido, su amigo el marqués de Moncada, lo rescata de la torre, donde todos piensan que ha quedado emparedado, dándole así la oportunidad de llevar a cabo su venganza bajo la identidad del apuesto Renato, un trovador que a todas enloquece.