A la casa de Amal, un niño enfermo y encerrado en las cuatro paredes de su habitación, llega un viejo afable que decide acompañar a Amal en su último viaje. Con sus relatos se convierte en la ventana a través de la cual Amal puede asomarse al mundo. Un día frente a su casa se alza un edificio nuevo en el que ondea una bandera.
AMAL- Dime, ¿qué pasa allí, en aquella casa grande de la otra orilla, donde siempre hay gente entrando y saliendo?
VIEJO- ¡ah! ¿Ali?, es la nueva oficina de correos del Rey. ¿Por qué no ha de recibir Amal un carta del mismísimo Rey