LA JOTA CANTADA

La Historia de la Jota Cantada es quizá la máxima manifestación del folklore aragonés. Al igual que sucedió con el flamenco, la estimación hacia las figuras individuales fue uno de los factores que contribuyó a que la Jota pasase de ser una música popular y anónima a un espectáculo del que gozaba un público cada vez más ilustre.

Es en este ámbito donde algunos cantadores y cantadoras, que así se llaman, alcanzaron gran renombre personal, siendo presentados a finales del siglo XIX y principios del XX ante las máximas personalidades que visitaban Aragón, convirtiéndose así en perfectos embajadores.

Se considera el hito fundacional de la Jota Aragonesa, como espectáculo de calidad, el banquete convocado por los periodistas aragoneses Eusebio Blasco y Mariano de Cavia, y por la asociación de la prensa, en el Hotel Inglés de Madrid, la noche del 26 de marzo de 1894, con el título "Fiesta a la Jota". El gran bandurrista Ángel Sola (conocido como el Pablo Sarasate de la bandurria), y su acompañante Santiago Lapuente, habrían de ser los auténticos protagonistas, dando a conocer una Jota renovada y diferente que habría de asombrar a España. Los estilos y variaciones allí interpretados fueron el origen del primer gran cancionero de la Jota Aragonesa: "La recopilación Lapuente-Sola".

En este recital se expone una primera parte basada en las tonadas de los estilos más puros y genuinos de la Jota Clásica; un segundo bloque en el que se hace un homenaje a la Jota Navarra, a la Riojana y a la Aragonesa, las cuales tienen como denominador común el Río Ebro. También habrá un apartado dedicado a algunos flamencos antiguos que impresionaron la Jota en cilindros de cera o discos de pizarra. Y como colofón, un último bloque dedicado a la Jota que, a lo largo de los años, se ha ido permeabilizando con otras músicas, así como la influencia que tuvo este género de origen popular en compositores como Enrique Granados o Manuel de Falla, que homenajearon a esta tierra aragonesa, o la relevancia que tuvo el canto aragonés en la Zarzuela.

                                                                                                                                                                                                                                                               Nacho del Río

Antes del recital de Nacho del Río se le realizará un pequeño reconocimiento al gran bailarín Alberto Portillo